El único hábito que conservo de mi juventud como «deportista» es salir a correr.
(Aunque no soy más que un aficionado)
Suelo hacerlo 2 o 3 veces por semana, más bien 2 aunque me gusta creer que son 3 😉
Hay muchos paralelismos entre emprender y correr (o la práctica de cualquier deporte).
Por mucho que lo pensemos…
No basta con querer hacerlo, es necesario levantamos del sofá y actuar.
🙂
Que salgas a correr un día no quiere decir que estás preparado para correr 10 o 21 kilómetros.
Las cosas no suceden en un día… Hay que ser constante.
Practicar.
Esforzarse.
Y poco a poco, aprendes técnicas y trucos que te hacen mejorar.
Nada como la constancia y el amor por hacer algo que te gusta.
Bien… una vez lo haces constantemente se vuelve parte de ti.
Es adictivo y hace que ya no quieras parar.
Y aunque estés enfermo, quieres salir. Incluso si esta lloviendo.
Algo que nunca creí que haría…
Nunca creí que estaría encantado de trabajar un fin de semana…
Trabajar no es trabajar… es algo confuso. Pero estoy seguro que entiendes a lo que me refiero.
Y aunque las cosas se pongan difíciles o algo no funciona.
Si sigues «saliendo» todos los días.
Aprendiendo nuevas técnicas.
Y esforzándote.
Tarde o temprano podrás correr…
5 kilómetros
luego 10 kilómetros
Y quien sabe.. tal vez algún día una maratón (42 kilómetros).